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Compliance: cumplir normas y prevenir delitos en las empresas

Compliance: cumplir normas y prevenir delitos en las empresas

El concepto de Compliance o sistema de prevención del delito y cumplimiento normativo nació en el ámbito legal. Concretamente, alrededor de los años 70 y 80 en Estados Unidos, tras diferentes escándalos financieros y de corrupción en grandes compañías. Pero actualmente el Compliance ha evolucionado y abarca muchos más aspectos. Conoce su función dentro de las empresas, los beneficios que conlleva y las normativas aplicables.


Definición


Para la World Compliance Association, el Compliance o la cultura del cumplimiento normativo (según su denominación anglosajona) es el conjunto de procedimientos y buenas prácticas que las empresas adoptan para identificar y clasificar los riesgos corporativos y legales a los que se enfrentan. Además de establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos.

 

Su principal objetivo es prevenir y evitar las malas conductas en las empresas. Lo consiguen velando por el cumplimiento de las normas, el control interno y externo, la gestión de riesgos y la disuasión del fraude.

 

Pero cuando se habla de marco normativo, no solo se hace referencia a las leyes. También a las políticas internas, los compromisos con clientes, proveedores o terceros. E igualmente se incluyen los códigos éticos que la empresa se haya comprometido a respetar ya que existen diferentes casos en los que una actuación puede ser legal pero no ética.

 

En España aparece este concepto cuando las personas jurídicas comienzan a ser consideradas como sujetos responsables penalmente. Por las actuaciones o hechos delictivos cometidos por los trabajadores. Concretamente, desde la reforma del Código Penal del 2015.

 

Así pues, la finalidad del Compliance es aplicar programas que fomenten actos respetuosos con la ley, actuando siempre bajo unos principios éticos sólidos. De esta forma se conseguirán evitar sanciones importantes, así como pérdidas de reputación.

 

Esta responsabilidad recae sobre la figura del Compliance Officer que, según el tamaño de la empresa, será designada a una o varias personas que deberán determinar, contando o no con ayuda externa, las necesidades de su caso particular.


Objetivos que cumplir


Las funciones del Compliance dentro de una empresa son, fundamentalmente, las de prevención, reporte y resolución.

 

Por un lado, se deben identificar y evaluar riesgos, prevenir la comisión de delitos, diseñar e implementar protocolos y procedimientos, establecer un tono ético en la dirección y orientar y apoyar a todas las áreas de la empresa. Además de sensibilizar a toda la organización e instaurar políticas de contratación y promoción, y contar con un canal de denuncias para que toda persona pueda comunicar cualquier práctica.

 

Por otra parte, entre sus objetivos también se incluye la detección y reporte al órgano responsable, la vigilancia y control del cumplimiento normativo e informar periódicamente al Consejo de Administración. Sin olvidar medir y evaluar el desempeño del plan Compliance y establecer medidas para la resolución de incidentes.

 

Beneficios


Como consecuencia, contar con un sistema de Compliance dentro de una organización supone diferentes ventajas como las siguientes:

  • Incremento del volumen de negocio. Al garantizar el cumplimiento normativo, se gana confianza y el negocio crece.
  • Reducción de problemas legales. Se disminuye la posibilidad de incurrir en prácticas que puedan conllevar una responsabilidad penal.
  • Mejor ambiente de trabajo. Los empleados trabajan confiados, tranquilos y en un entorno laboral más agradable.
  • Mayor productividad. Por lo tanto, también trabajan siendo más productivos.
  • Mayor seguridad para los empleados.
  • Mejor reputación e imagen. La empresa mejora su imagen si se muestra responsable y comprometida.
  • Mayor competitividad. Ya que se facilita la organización interna y el control de los procesos dentro de la empresa y ello repercute en su competitividad. Además de que aumenta la confianza con los agentes externos como proveedores, inversores o socios comerciales.

Normativas aplicables


Para garantizar que se cumple la normativa en las empresas existen las normas ISO-UNE y el Código Penal.

 

Con la norma UNE- ISO 37001 empezó esta regulación. En ella, se desarrollaba un sistema de gestión de lucha contra el soborno ya que no existía una conciencia sobre este tema.

 

En la actualidad, desde 2017, está en vigor la norma UNE 19601 Sistemas de gestión de Compliance Penal. Requisitos con orientación para su uso”, en la que se establecen los requisitos para adoptar, implementar, mantener y mejorar las políticas de Compliance penal.

 

Estos requisitos son:

  • Identificar, analizar y evaluar los riesgos penales.
  • Disponer de recursos financieros, adecuados y suficientes para conseguir los objetivos del modelo.
  • Usar procedimientos para la puesta en conocimiento de las conductas potencialmente delictivas.
  • Adoptar acciones disciplinarias si se producen incumplimientos de los elementos del sistema de gestión.
  • Supervisar el sistema por parte del órgano de Compliance penal.
  • Crear una cultura en la que se integren la política y el sistema de gestión de Compliance.

Respecto al Código Penal, en 2010 se introdujo la responsabilidad de las personas jurídicas privadas mediante la LO 5/2010 del 22 de junio.

 

Además, en 2015, se produjo una reforma del Código Penal, a través de la LO 10/2015, que aporta, entre otras cosas, las circunstancias y los requisitos que deben cumplir los programas de Compliance para constituir a una posible exención o atenuación de la responsabilidad penal de las personas jurídicas.

 

Estos Programas de Compliance, además, tienen la finalidad de instaurar una verdadera cultura ética dentro de las organizaciones.


Fuente:
Empresaactual



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